Poesía antigua.
Para hablar de la poesía antigua hay que empezar por las antiguas literaturas orientales, colocando en primer lugar los más remotos documentos egipcios que contienen himnos y cánticos sagrados, y continuando con las inscripciones cuneiformes de caldeos y asirios, enumerando luego las antiquísimas producciones poéticas de la India, algunas de las cuales, transmitidas por tradición oral, se remontan a dos mil años antes de Cristo, y las producciones de la China, que según la tradición indígena tienen su origen primero varios milenios antes de nuestra era.
No podríamos omitir tampoco a los persas, y mucho menos a los hebreos, cuya poesía religiosa, que forma una buena parte de la Biblia, ejerció tan grande influencia en el pensamiento y en el arte de Occidente, inspirando a innumerables poetas de todos los tiempos y de todas las lenguas europeas.
Donde más deberíamos detenernos sería, sin duda, en la poesía de griegos y romanos, que constituyeron una gran tradición literaria de la cual se nutrió en sus orígenes toda la poesía europea de la Edad Media.